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Como venia diciendo en el encuentro anterior, ya sabemos que esta milenaria ciencia que se desarrolló en China hace 5000 años, viajó por Corea, Japón, India, Nepal y todo el Oriente pasando por Europa, llegando por fin a América no es categóricamente, una moda. Tal vez sea cierto que en EEUU se popularizó de tal modo que desde hace un lustro que en supermercados es común adquirir sus curas. Pero en nuestro país y en Sudamérica todavía aún tiene un halo de misterio, un poco de fascinación y otro de rechazo porque tal vez a ciertas personas les resulta algo esotérico, (lo no conocido vulgarmente), o algo superticioso, o simplemente un snobismo. En mi experiencia diría que es esotérico ,como muchas otras disciplinas, porque no todos tenemos la evolución necesaria para llegar a comprender lo intangible, lo sutil, lo invisible, la magia del cosmos en concordancia con la naturaleza. Pero, a quién no le gusta el sonido cálido del agua fluyendo como un arroyo en su hogar, consultorio, empresa etc, expuesta en una fuente o cascada de agua? A quién a caso no le gusta la perfección de una escultura en un dragón, o Buda, o Grulla, o tal vez un patito pekinés, o al menos un par de ángeles tocando instrumentos en el último de los casos? Todos seguramente disfrutamos de un acorde armonioso que nos brinda una campana de viento, de metal, de bambú, de vidrio, de ágatas. Cualquiera de nosotros podríamos apreciar la perfección de una esfera de cristal austriaco tallada a mano que con su pureza descompone la luz y limpia el Chi (energía vital) de los hábitat. Y los espejos, que tanto usamos los fengshuistas para recuperar áreas faltantes, en general son bien venidos para agrandar ambientes, o simplemente para mirarnos al entrar y salir del lugar. En cuanto a las cortinas de Feng Shui, o los biombos que detienen las fugas de salud o dinero según donde se coloquen, pueden llegar a ser el complemento ideal para embellecer una abertura que considerábamos "pelada"; y si son de nuestra piedra semipreciosa favorita aún más. Por eso estos artículos que son algunas de las tantas curas que ofrezco en mi empresa destinada sólo al Feng Shui, producen un cambio externo que generará el cambio interno que todos seguramente buscamos, algunos sin saberlo, o tal vez sin saber bien ya donde encontrar. Mi experiencia como ya les había comentado fue muy hermosa y me encantaría compartir con todos ustedes la misma magia trabajando el desapego y la paciencia. Recuerden el Feng Shui es Chino, y toma su tiempo en acomodar lo que tal vez creíamos que ya nada podría hacerlo. Con estas milagrosas curas ya no es necesario mudarnos, ni construir la casa en Feng Shui como las únicas dos alternativas para que los dioses nos sonrían. Podemos remendar, reparar, emparchar, sustituir etc, con mucho menos dinero, tiempo y estrés. Hasta la próxima!!! Con Amor Monika. |
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FUENTES PREMA
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