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EL FENG SHUI NO ES UNA MODA
POR MONIKA
En mis innumerables viajes por Oriente desde
hace más de 20 años, encontré una abismal diferencia entre el comportamiento de aquél
pueblo con el Occidental.
Pude ver más respeto y armonía entre los individuos y la naturaleza, más paciencia (la
ciencia de la paz), y mucha más productividad sin apuros ni stress excesivos.
Había una pregunta constante que me hacia, por qué civilizaciones antiguas como los
Mayas, Egipcios, Chinos, lograban una comunicación mayor con el cosmos que los
supuestamente seres adelantados y superiores Occidentales de la "Modernidad".
Una de las conclusiones que saqué fue que el amor hacia algo superior, hacia los
ancestros, hacia su espacio y hacia sí mismo era mucho mayor.
Descubrí entonces que los refranes que había escuchado desde chica (si no lo veo no lo
creo),(más vale dar envidia que lástima) etc., no pertenecían más a mis mandatos y
jaqueando mis certezas di un paso cuántico y al sacarme la venda de los ojos pude ver.
Así es como incursioné en muchas disciplinas que supuestamente diría mi tía son modas
pasajeras... Y llegué al Feng Shui.
Cuando hace unos pocos años el Arq. Spezzafune hizo la carta Geomántica (división de
áreas de mi casa) y descubrió los síntomas que producían trabas espirituales, de
salud, económicas, y me recetó las curas con flautas para mi insomnio y jaquecas las
esferas de cristal austríaco para limpiar las energías, las fuentes de agua para
desbloquear, la cortina de cuentas para generar dinero, los dragones y demás,
Obedientemente seguí sus instrucciones poniéndolas y cumpliendo con los
requerimientos de los cinco elementos, agua, fuego, madera, metal, tierra, que estaban
descompensados; confieso que sentía que estaba poniendo algo sagrado en el altar de mi
templo. Y esperé.
Poco tiempo después al observar el cambio drástico que se había provocado en el
ambiente y por lo tanto en mi familia decidí volcarme de lleno a estudiar esta ciencia
que desde hace 5000 años los Orientales no dejan de utilizar para enriquecer sus vidas.
Por eso en este primer encuentro con Usted quería compartir mi
extraordinaria experiencia con este cambio físico-psíquico-espiritual que me aportó el
Feng Shui.
Hasta pronto.
Con amor Mónika.
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